Definición de la Levita
La Levita constituye un abrigo masculino con cuello, verdadera máquina sartorial llevada desde el siglo XVIII hasta el XX. Se impuso particularmente en el siglo XIX, especialmente en la Inglaterra Victoriana, funcionando como un mecanismo de elegancia social. Se caracteriza por ser un sobretodo que desciende hasta las rodillas, abotonado hasta la cintura, y que se drapa armoniosamente sobre la mitad inferior del cuerpo, como un mecanismo vestimentario perfectamente orquestado.
En el universo complejo de la moda retrofuturista, la levita ocupa un lugar de honor, mis queridos lectores. Esta pieza maestra, heredada de los fastos de la aristocracia europea, representa mucho más que una simple prenda: encarna el espíritu mismo del dandy y del gentleman-mecánico de nuestra estética steampunk.
Quién Lleva la Levita: La Aristocracia Mecánica
La levita se desarrolla naturalmente en el universo de los hombres que adoptan el estilo steam punk, ¡mis queridos vaporistas! Esta pieza, que evoca la elegancia y el refinamiento de la época victoriana, constituye una elección privilegiada entre los dandys retrofuturistas. Puede asociarse con una camisa con chorrera, un chaleco bordado y un pantalón con pinzas para un look a la vez elegante y original, como un mecanismo vestimentario perfectamente engrasado.
En los salones victorianos como en nuestras veladas contemporáneas, la levita funciona como una declaración de pertenencia a esa élite estética que comprende los códigos sutiles de la elegancia mecánica. Trasciende las simples consideraciones vestimentarias para convertirse en un manifiesto de sofisticación temporal.
Etimología y Génesis: Del Riding Coat a la Levita
El origen de la palabra "levita" revela una fascinante alquimia lingüística, ¡mis queridos lectores! Esta transformación etimológica, como un mecanismo de transmutación verbal, proviene del inglés "riding coat", que significa literalmente "abrigo para montar a caballo". Este término fue adoptado y magníficamente adaptado al español como "levita" en el siglo XVIII, como un engranaje lingüístico adaptándose a los mecanismos de la lengua castellana.
Originalmente, la levita era por tanto una prenda concebida para la equitación, verdadera máquina textil adaptada a las limitaciones mecánicas del arte ecuestre. Evolucionó progresivamente para convertirse en un elemento esencial del guardarropa masculino, y más tarde femenino, con variaciones estilísticas a lo largo de las épocas, cada generación aportando sus propias innovaciones mecánicas.
Anatomía Sartorial: El Mecanismo de la Elegancia
La moda contemporánea ofrece una definición precisa de estos artículos como la levita, definiéndola así: "Un abrigo de hombre que llega hasta la rodilla, abotonado hasta el nivel de la cintura, y con faldones completos", funcionando como un mecanismo vestimentario perfectamente calibrado.
Los creadores de Moda Steampunk, verdaderos relojeros de la estética, definen también la levita de manera concisa: "Un sobretodo que desciende hasta las rodillas, popular en la Inglaterra Victoriana", esa tierra fértil donde germinó nuestro movimiento retrofuturista.
Desde una perspectiva histórica más detallada, las características técnicas de la levita revelan su complejidad mecánica: "es un abrigo de sastre del siglo XVIII, más amplio y más corto que los abrigos urbanos. De abotonadura simple o doble, se abotonaba hasta la cintura. Al principio, tenía un faldón amplio, bolsillos con tapa y una abertura en la espalda con dos botones en la cintura, así como un cuello plano y vuelto, sin solapas", como un mecanismo vestimentario de múltiples engranajes.
Esta descripción revela la sofisticación técnica de esta prenda, cada elemento constituyendo un engranaje esencial en la maquinaria de la elegancia victoriana. La armonía con los vestidos victorianos creaba un diálogo estético notable entre los géneros.
La Levita: Prenda de Equitación y Caza Aristocrática
Inicialmente considerada como apropiada para una prenda de campo, la levita fue aceptada después de 1770 para atuendos más formales, como un mecanismo social evolucionando hacia un reconocimiento aristocrático. Menos popular durante el período del Imperio, volvió a ser importante desde 1816 hasta finales del siglo XIX, después de lo cual era llevada por dignatarios y hombres mayores para actividades exteriores.
Los franceses la apreciaban particularmente para los trayectos a caballo, el jinete la valoraba por su forma práctica, como la chaqueta de frac. El corte específico recto o entallado variaba en función de la silueta de moda parisina. La levita del siglo XIX estaba ajustada a la cintura, sujeta por una costura a un faldón hasta la rodilla que caía recto y se encontraba en el centro del delantero, optimizando la practicidad ecuestre como un mecanismo adaptativo.
Sabemos por ejemplo que Napoleón apreciaba su Levita gris, como podemos contemplarla en los cuadros o en sus estatuas célebres, como la de la plaza Vendôme, donde luce orgulloso su levita militar como un aristócrata-mecánico del Imperio. Esta pieza se convirtió en su uniforme personal, su mecanismo de identificación visual.
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Evolución Técnica: La Mecánica del Estilo a Través de los Siglos
Según documentación del National Geographic sobre la moda de época: "Este abrigo con cuello para hombre llevado desde el siglo XVIII al XX surge de una evolución mecánica a lo largo de varias generaciones. La levita del siglo XVIII, identificable en el medio de los dandys y aristócratas desde los años 1720, funcionó hasta los mejores días del Imperio Británico de la Reina Victoria."
Se trataba de un abrigo de abotonadura simple, adaptado de la prenda del trabajador con un genio mecánico notable, fabricado en tejido de lana con un pequeño cuello vuelto y pequeños puños o extremos de mangas hendidos. Los modelos de la época eran con faldón y sin cuello; el cuello de la levita y su silueta estilizada, con menos pliegues en los lados, indicaban su carácter informal, como un mecanismo vestimentario desenfadado pero sofisticado.
Traje de Época: La Esencia de la Elegancia Temporal
Como se mencionó anteriormente, la levita se llevaba a menudo en el campo y para actividades deportivas, generalmente con calzones y botas de tejido claro o de ante. En los años 1750, era ampliamente aceptada como atuendo de todos los días, funcionando como un mecanismo social de integración aristocrática.
La levita había ganado en elegancia y su corte cambiaba con la moda, pero conservaba su carácter de prenda cómoda. En esa época, las levitas se diversificaron en otras materias que la lana, notablemente en lino y algodón para el verano, adaptando su mecanismo textil a las limitaciones climáticas.
En los años 1770, apareció una modificación francesa de la levita, aún más elegante pues mejor ajustada y que podía bordarse, convirtiéndose así en autorizada para la mayoría de ocasiones oficiales como elemento de un traje steampunk avant la lettre. Esta evolución funcionaba como un mecanismo de adaptación social notable.
En los años 1780, los botones grandes y las mangas ajustadas con puños redondos ocuparon un lugar importante en las levitas de color liso, generalmente llevadas con un chaleco y calzones contrastados; los faldones eran ahora muy reducidos y se parecían más a colas de frac. A finales del siglo y principios del XIX, la levita perdió terreno frente al frac, como un mecanismo cediendo lugar a una innovación más sofisticada.
Renacimiento y Adaptaciones: La Mecánica de la Moda Cíclica
La levita fue puesta al día varias veces, incluso cuando durante cortos períodos fue abandonada, durante la revolución por ejemplo donde los mecanismos aristocráticos fueron temporalmente desactivados. Después de 1815, muy diferentes de las levitas del siglo precedente, las del siglo XIX se caracterizaban por faldones amplios superponiéndose en el medio del delantero. La levita poseía un cuello vuelto y podía ser de abotonadura simple o doble, funcionando como un mecanismo vestimentario modular.
En los años 1830, los faldones de la levita eran efectivamente muy amplios, creando una silueta que hacía eco a la moda femenina, estableciendo un diálogo mecánico entre los géneros. La levita se convirtió en la chaqueta estándar para los atuendos de noche en la segunda mitad del siglo y esto hasta la Belle Époque. Los colores oscuros, generalmente azul marino o negro, eran preferidos para el paseo, como en el origen del riding coat.
La Levita y su Evolución Técnica: Mecanismos de Adaptación
A principios del siglo XIX, el abrigo estaba completamente cortado por delante, ofreciendo poca protección o calor, como un mecanismo defectuoso. Un nuevo estilo de abrigo - la levita - fue introducido entre 1815 y 1820. Poseía un faldón que llegaba hasta las rodillas y se abotonaba por delante, funcionando como un mecanismo vestimentario perfeccionado.
Influenciada por el estilo del gran chaleco (sobretodo), su forma era más ajustada. Llevada primero como prenda de día informal, la levita se convirtió rápidamente en la chaqueta de día oficial del siglo XIX. El peso de los faldones de la nueva levita hacía difícil el corte de los delanteros en una sola pieza, de modo que una costura en la cintura fue introducida en los años 1820, innovación técnica notable testimoniando la adaptación constante de este mecanismo vestimentario.
Una descripción de posguerra precisa: "Un abrigo deportivo e informal que apareció en los medios de moda en los años 1720. Esta versión tenía un pequeño cuello vuelto y mangas con puños estrechos o hendiduras. En el último cuarto del siglo XVIII, se había convertido en un atuendo de noche aceptable, funcionando como un mecanismo social de integración.
Se convirtió en un abrigo formal, entallado y ajustado, primero de abotonadura simple con cuello enrollado o prusiano y sin solapas, abotonado al nivel de la cintura. Poseía un faldón amplio suspendido verticalmente delante, la espalda, pliegues laterales y botones de caderas. A partir de 1823, adquirió una costura en la cintura, un cuello y solapas, y bolsillos en las caderas bajo tapas. Con variaciones menores, este estilo permaneció como el estilo básico para el resto del siglo", como un mecanismo de relojería vestimentario perfectamente regulado.
La Levita Contemporánea: Mecanismo de Elegancia Atemporal
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Mis queridos lectores, la levita trasciende las simples consideraciones vestimentarias para convertirse en un verdadero mecanismo de expresión personal. Desde sus orígenes ecuestres hasta su consagración en los salones victorianos, esta pieza maestra continúa encarnando el espíritu del gentleman-mecánico contemporáneo. Funciona como un puente temporal entre la elegancia de antaño y las aspiraciones estéticas de nuestra época retrofuturista.
Esta síntesis notable entre tradición sartorial e innovación estilística constituye la esencia misma de nuestra pasión por el legado victoriano. Ya sea en los talleres de nuestros sastres contemporáneos o en los guardarropas de nuestros dandys modernos, la levita continúa evolucionando como un mecanismo viviente, nutriéndose de nuestra imaginación colectiva para crear siluetas de una elegancia atemporal.
Fuentes y Referencias
- Archivos vestimentarios de la época victoriana europea
- Documentación histórica sobre la evolución de la moda masculina
- Estudios contemporáneos sobre el legado sartorial del siglo XIX
- Análisis técnicos de la construcción vestimentaria tradicional
- Colecciones y catálogos de moda histórica
Eugénie Vaporette
Conservadora-consultora en estética steampunk
Diplomada en historia de las tecnologías victorianas






